Es fácil llegar al aeropuerto, está a 15 km.

Nos alojamos en un hotel cercano a Pio XII y Hotel Ponta Delgada, a solo 25 minutos a pie de Pineapples A Arruda. Hicimos turismo durante el día y disfrutamos de la vida nocturna en los bares y discotecas de la zona. ¡Nos sentimos como auténticos adultos y fue genial!

Lo único que hubiera sido aún mejor es si el hotel hubiera tenido un bar o una sala común donde los jóvenes como nosotros pudiéramos socializar y pasar un buen rato. Sería genial tener un lugar para relajarse después de una larga noche de fiesta.

Un hotel lindo, con habitacionestá ordenadas y una ubicación excelente. Me ha encantado la comida del desayuno disponible en la terraza.

El personal y el servicio son muy agradables. El hotel ofrece una buena cantidad de comida que estaba increíble. Gracias a todo el personal muy servicial. Está en una ubicación bonita y perfecta cerca de la Escultura de Fernando Pessoa.

Personal del hotel, ubicación, relación calidad/precio

Me alojaría allí de nuevo, fue una estancia estupenda de 5 noches. La ubicación es increíble, a 15 minutos andando del Castillo de San Jorge. El hotel está en una zona tranquila, y además tiene precios bastante buenos:)))

Desayuno con mucha variedad de comida increíble. Mi habitación era sencilla, pero ordenada, con un baño privado y aire acondicionado. ¡Todo lo necesario para estar cómodo! 🌟

Lo qué me ha gustado del hotel es su ubicación, está en una zona genial y cerca d todo

Lo que no me ha gustado son las paredes de tela, que esconden toda la humedad de la habitación, el baño sin puerta es bastante incómodo y en concreto a nosotras nos toco una habitación minúscula en la que apenas cabían las mochilas.

Para visitar la ciudad, con amigos, es ideal, está cerca de todo, está limpio y muy nuevo, el personal majísimo, nos ayudó en todo, tiene una terracita genial.

La comida era deliciosa y variada, la limpieza impecable, y el personal muy amable y educado.

Para dormir una noche esta bien,no para pasar varios dias.Sabiamos lo del tamaño de las habitaciones,su ausencia de mobiliario y lo de la cortina del baño por lo tanto no nos sorprendio;para dormir una noche esta estupendo.Llegamos a la 13:00 de la tarde y la habitacion todavia no estaba preparada,pero bueno lo economico del precio lo compensa.

Lo que menos nos gustó es que no esta tan centrico como la gente opina.Nosotros ya hemos pasado varios fines de semana en Lisboa durante estos años y es el hotel peor ubicado que hemos tenido.Hay que andar bastante para llegar al centro por un vericueto de calles sucias y oscuras todas iguales y siempre cuesta arriba.Si llevas coche no te queda otra que dejarlo en un garaje mas o menos cercano (13.50 euros al dia).

Este lugar cuenta con una habitación nueva y funcional, una cama cómoda, una ubicación hermosa a 15 minutos caminando de la Plaza Pedro IV, y unas vistas asombrosas en una zona central.

Del hotel me ha gustado su ubicación y la relación calidad-precio. La atención ha sido muy buena y nos hemos sentido muy cómodos. El diseño de las habitaciones, del bar y de las zonas comunes es tan original que le da un toque diferente y muy agradable. A pesar de estar en una zona muy céntrica, no se oye nada de ruido. Está limpísimo.

Lo que menos me ha gustado es la cortina que separa la habitación del cuarto de baño, ya que resta intimidad y la luz del cuarto de baño es muy tenue. Pero nada es demasiado malo como para no volver.

La zona de cafeteria y jardin

Las habitaciones de 3 camas no tienen un pequeño armario para poder dejar la ropa. Espacio reducido

Lo mejor que tiene el hotel es la ubicación, pues está en el Barrio Alto de Lisboa (lo más popular ahora) pero situado en el lado más tranquilo. Además vas a pie a todas partes. El hotel es sencillo pero por el precio que se paga no se puede pedir más. Habitaciones pequeñas pero cama muy cómoda. Ideal para hacer turismo y a mano para echar la siestecilla y seguir de ruta. Repetiré sin duda este hotel cuando vaya a Lisboa (por calidad/precio/ubicación)

El baño es algo pequeño y no hay armarios ni cajones en la habitación (quizás algo incómodo si se va a estar muchos días o alguien es muy coqueto)